jueves, 22 de octubre de 2009

La Tecnología: ¿Bendición o Maldición?

Hace unos días leí un artículo con este título muy sugestivo de por sí, en una revista de publicación mundial (¡Despertad! noviembre 2009). Aunque su enfoque estaba centrado, más, en los teléfonos celulares, aún así, se extendía a otros dispositivos electrónicos tan comunes en nuestros días, que damos por sentado la repercusión que tienen en nuestro entorno, en nuestras familias y en nosotros mismos.

Al ir leyendo el artículo, recordé una escena graciosa para mí, pero que muestra como la tecnología llega a lugares que menos imaginamos; ahora les cuento la anécdota: estaba en el campo con un grupo de amigos, conversando con un lugareño, cuando de pronto nos interrumpe la conversación y sale en su caballo a todo galope hacia la cima de la montaña más próxima, nos quedamos perplejos al no saber el por qué de su reacción, pero pronto comprendimos que el "apuro" no era nada más que responder una llamada en su teléfono móvil, y demás está decir que en la cima de la montaña la recepción de la señal es óptima. Tampoco es raro ver, como en lugares tan distantes, carentes de servicios básicos y donde el común denominador es la pobreza; ancianos con celulares, jóvenes con su mp3 o mp4.

Parece una ironía; ver casitas tan precarias, que apenas se sostienen, pero con su televisor, su reproductor de DVD. Ó en hogares de familias citadinas que en la hora del almuerzo nadie puede hablar, porque no dejan escuchar la TV, las salas de chat repletas de conversaciones; muchas veces vanas y vacías, pero familias sin siquiera poder comunicarse de la forma más básica como es la palabra.

La tecnología puede ser una gran bendición si la usamos de forma adecuada y le damos el lugar debido, de nosotros depende si hacemos de esta maravillosa herramienta, una bendición o maldición.